Como ya sabrás cucharas ha habido desde tiempos remotos. Hemos estado presentes en muchas y muy diferentes cocinas. Y, como te prodrás imaginar, hay muchos tipos diferentes; a las de palo les gusta estar en todos los guisos. Las de plata, son un poco sibaritas y son asiduas en las comidas de gala. La cuchara de azucarero, que es la más dulce de todas nosotras y también están las medidoras, siempre en busca de la perfección.
Pero sólo hay una Cuchara Caprichosa, que soy yo. Soy diferente porque voy buscando algo más pero os aseguro que también soy un pedacito de todas ellas. Me gusta lo básico, lo casero porque soy una cuchara sencilla. Quizás un poco snob y siempre caigo en la tentación de lo llamativo, lo elegante y lo distinto. Soy una cuchara con una debilidad por lo dulce pero no rechazo lo salado. Y al igual que las cucharas medidoras también busco la perfección.
Por todo ello, hoy comienzo este blog, que nace con dos únicas pretensiones: la tenacidad y la constancia. Me servirá para plasmar el resultado de mis búsquedas, mis fantasías y anhelos, con sus logros y sus fracasos.
Sé que tengo mucho que aprender pero no me importa, iré poco a poco... ¿me acompañas?
