NUGGETS CRUJIENTES DE POLLO


La verdad es que creía que los nuggets eran algo moderno y de última generación pero resulta que fue inventado en 1950, es decir, a mediados del siglo pasado!! ¿Quién le iba a decir al profesor Robert C. Baker que sus maravillosas pepitas iban a causar tanto furor?

Ya veréis que la receta de hoy es de las que no deja indiferente a nadie. Es rápida de hacer ya que se prepara en 30 minutos. Les gustan a niños y a mayores. Sirven para una merienda de cumpleaños o como segundo plato. Se adapta a las familias grandes o a las pequeñas.

Otra de las cosas buenas que tiene esta receta es que los nuggets se hornean en vez de freírse. Con lo cual estamos evitando un montón de calorías innecesarias!. Estos nuggets se complementan perfectamente con una ensalada, un puré de patata o una crema de verduras.

NUGGETS CRUJIENTES DE POLLO

Ingredientes:

1 pechuga de pollo. 300 g aprox.
2 huevos
150 g de queso emmental rallado
Pan rallado
Kikos
Una cucharada sopera de leche
Sal y pimienta
Aceite para pincelar


Preparación con Thermomix:

Congelar la pechuga durante 30 minutos.

Mientras tanto programar la Thermomix sin tiempo en velocidad 5 e introducir los kikos por el bocal. No triturar demasiado. Reservar.

Introducir el queso en el vaso cortado en trozos de similar tamaño. Rallarlo programando 10 segundos, velocidad progresiva de 5-10. Reservar dentro del vaso.
Precalentar el horno a 175ºC.

Sacar la pechuga del congelador y cortarla en trozos de similar tamaño. Añadirlos al vaso junto al queso que teníamos reservado.

Añadir, también, uno de los huevos, la sal y la pimienta.

Programar 20 segundos, velocidad de 5 a 7.

Retirar la pasta resultante a un plato e ir formando nuggets. Yo hago bolitas pequeñas y después los aplano suavemente.

Batir un poco el huevo que nos queda con la cucharada de leche.

Rebozar primero en pan rallado, después en huevo y terminar rebozándolos en los kikos machacados.

Colocarlos sobre la bandeja del horno. Cuando ya estén todos los nuggets preparados pintarlos con un poco de aceite por arriba.

Hornear durante 10 minutos.

Transcurrido el tiempo darles la vuelta con cuidado y volver a pintar con un poco de aceite.

Hornear otros 10 minutos y ya están listos!!

Preparación tradicional:

Congelar la pechuga durante 30 minutos.

Mientras tanto triturar los kikos con una picadora o molinillo del café. No triturar demasiado. Reservar.

Rallar el queso y reservarlo en un bol amplio.

Precalentar el horno a 175ºC.

Sacar la pechuga del congelador y cortarla en trozos de similar tamaño. Triturarla con la picadora y añadirla al bol en el que tenemos el queso.

Añadir, también, uno de los huevos, la sal y la pimienta.

Mezclarlo todo cuidadosamente hasta formar una pasta homogénea.

Ir cogiendo trozos de la pasta y formando nuggets. Yo hago bolitas pequeñas y después los aplano suavemente.

Batir un poco el otro huevo con la cucharada de leche.

Rebozar primero en pan rallado, después en huevo y terminar rebozándolos en los kikos machacados.

Colocarlos sobre la bandeja del horno. Cuando ya estén todos los nuggets preparados pintarlos con un poco de aceite por arriba.

Hornear durante 10 minutos.

Transcurrido el tiempo darles la vuelta con cuidado y volver a pintar con un poco de aceite.

Hornear otros 10 minutos y ya están listos!!


Sugerencias:

Os aconsejo que no los doréis mucho porque sino se quedan algo secos por dentro.

Si no tenéis picadora en casa le podéis decir al carnicero que os pique la pechuga. Así, además, os ahorráis el tener que congelarla.

Con esta receta salen unos 20 nuggets. Yo preparo nuggets hasta terminar la masa. Los rebozo todos y sólo horneo los que vaya a necesitar para ese día. El resto se van derechitos al congelador…así otro día con solo hornearlos ya tengo un segundo plato preparado!!

Para los que no puedan tomar frutos secos les recomiendo que utilicen la versión original, en la que los nuggets se rebozan con pan rallado, huevo y otra capa de pan rallado. Esta vez yo me he tomado la licencia de sustituir la última capa por kikos…creo que quedan más crujientes y originales.

Se pueden hacer pequeñas combinaciones. Hay quien mezcla pechuga y contramuslo. Otros añaden sólo 100 g de queso y una rebanada de pan de molde remojada en leche. Así que os animo a que hagáis vuestras propias mezclas y me las contéis!!

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