TARTA SAN MARCOS

Llevo ya varias entradas sin publicar nada dulce así que hoy toca complacer a los golosos. La tarta que os propongo es todo un clásico de la repostería. Es laboriosa porque lleva bizcocho, trufa, nata y crema de yemas pero tan resultona que os hará quedar como unos reyes!

Recuerdo que, al principio, esta tarta era el súmmun de la dificultad. De hecho en mi casa me propusieron un reto “hacer una tarta San Marcos que parezca de pastelería”. Imaginaos a una pobre novata, con una Thermomix nueva y con su primer reto por delante! El resultado fue una tarta rica de sabor pero desnivelada y con algún que otro defectillo.

Después de un par de meses llegó mi segundo intento. Para aquella la Thermomix era ya una prolongación de mis dedos. Había buscado y rebuscado la manera de subsanar mis anteriores errores. Y además me había comprado un par de accesorios de repostería que hicieron las tareas de montaje mucho más fáciles…así que me puse manos a la obra.

El recuerdo que tengo es el de haber pasado un rato muy entretenido. Pero no sé si engordé más por el trozo de tarta que me comí o por lo bien que quedó!!

Vamos al lío!!

TARTA SAN MARCOS

Lo primero que hay que hacer es el bizcocho genovés.

Hay dos alternativas:
A. Hacer un solo bizcocho y una vez frío partirlo en tres capas.
B. Hacer tres bizcochos finitos. Esta es la opción que he utilizado. Los moldes son de 21 cm de diámetro y 3,5 de alto.

Ingredientes:

6 yemas
6 claras
150 gr de azúcar
180 gr de harina
1 pellizco de sal
1 cucharadita azúcar con vainilla
Mantequilla para engrasar los moldes

Preparación:

Empezaremos untando los moldes con mantequilla y forrando la base con papel sulfurado o papel de horno.

A continuación tamizar la harina y reservarla.

Se montan las claras con un pellizco de sal a punto de nieve. Para ello pondremos la mariposa en las cuchillas de la Thermomix y programaos 8 minutos, velocidad 3 y 1/2. Reservar.

Se montan las yemas con el azúcar programando 2 minutos, velocidad 1 y 1/2, temperatura 37º.

Se añade la harina a las yemas y se mezcla durante 6 segundos en velocidad 2 y 1/2.

Se incorpora a esta mezcla las claras que estaban reservadas. Se hará con movimientos envolventes, así evitaremos que las claras se bajen.

Repartir la misma cantidad de masa entre los tres moldes. Yo he utilizado un cucharón de servir sopa y fui repartiendo cucharadas hasta terminar la masa.

Nivelar la masa con una espátula.

Se hornean a 180º durante 10 minutos, con cuidado de no dorarlo mucho. Yo los he horneado por tandas para poderlos poner en la parte central del horno, Se sacan del horno y se dejan unos 5 minutos en el molde. Después se desmolda y se deja enfriar sobre rejilla.

Ya tenemos los tres bizcochos preparados. Ahora vamos con el almíbar que es muy sencillo.

Ingredientes:

80 g de azúcar
80 ml de agua
80 ml de ron

Preparación:

Poner en un cazo los tres ingredientes y calentar sin que llegue a hervir hasta que el azúcar se haya disuelto. Reservar y dejar enfriar.

Siguiente paso: la nata y la trufa.

Ingredientes:

750 g de nata para montar
100 g de azúcar
3 cucharadas de cacao en polvo

Preparación:

Verter la nata muy fría en el vaso también frío. Programar a velocidad 5. No programar tiempo y estar pendiente hasta que esté montada. Una vez que esté preparada añadir el azúcar y mezclar con una espátula delicadamente.

Después dividir la nata en dos pero una de las partes tiene que ser mayor que la otra, ya que la utilizaremos para rellenar y para decorar el exterior.

A la parte que tiene menor cantidad añadirle las tres cucharadas de cacao en polvo y mezclarlo suavemente.

Ya sólo nos queda la crema de yema, vamos allá!

Ingredientes:

½ vaso de agua
250 g de azúcar
1 cucharada de maicena
2 cucharadas de leche
4 huevos
Zumo de ½ limón
30 g de mantequilla

Preparación:

Ponemos en el vaso el agua, el azúcar y el zumo del limón y programar 7 minutos, a 100º, velocidad 2. Reservamos fuera de vaso de la Thermomix.

Sin lavar el vaso añadimos los huevos y los mezclamos durante 10 segundos a velocidad 3.

Aparte diluimos la maicena en la leche y la añadimos a los huevos.

Añadir ahora el almíbar a los mezcla de huevos y maicena. Colocar la mariposa y programar 10 minutos a 90º y velocidad 1.

Terminado el tiempo añadir la mantequilla y con una espátula remover hasta que esté bien incorporada.

Volcar la crema sobre una bandeja grande (o el mesado de la cocina) y moverla para que se enfríe rápido sin que se cree costra. Una vez fría reservar.

Ahora tenemos que montar la tarta. Esta tarea es fácil porque ya tenemos todos los elementos preparados.

Montaje:

Colocar uno de los bizcochos sobre el plato o fuente en el que vayáis a servir la tarta. Con un pincel bañar con el almíbar.

Colocarle un aro de tartas o bien el aro de un molde desmontable que tenga el mismo diámetro que el bizcocho. Cubrir con una capa de nata, acordaos de  reservar una parte para la decoración final!!. Cuando cubráis el toda la superficie del bizcocho, dejar los bordes libres. Cuando pongamos el otro bizcocho encima la nata se va a expandir y así no se saldrá. De todos modos si veis que la nata o la trufa se desborda no os preocupéis, después con la decoración se puede arreglar.

Colocar otro bizcocho. Asentarlo bien y nivelar. Yo utilizo un alisador de fondant pero podéis usar las yemas de los dedos. Se baña con el almíbar y cubrir con la capa de trufa.

Colocar el último bizcocho y repetir la maniobra de asentamiento. Bañar con el almíbar y cubrir con la crema de yema. Nivelar con una espátula.

Espolvorear azúcar moreno y requemar con un soplete o hierro.

Reservar en la nevera durante toda la noche.

Al día siguiente retirar con cuidado el aro y decorar el borde de la tarta con la nata que nos queda.

Sugerencias:

Se suele poner almendra crocante o laminada en el contorno pero ojo si hay intolerantes a los frutos secos!

Esta tarta es ideal para cualquier celebración ya que cunde como para 12 - 14 comensales. Sólo habrá que personalizarla, por ejemplo, con unas letras de chocolate.

Espero que os lo paséis tan bien haciéndola como me lo pasé yo!