El otro día, mientras me tomaba un café y chequeaba Facebook, me llegó una proposición. Sí, una proposición indecente, vaya!
A Estela, una amiga galletera, panadera y reposteril, le habían pasado un cartel publicitario de un Concurso de Tartas que organizaba el Café Las Horas. Y ella, que conoce mi pasión, me informó rauda y veloz.
Ya conocía este lugar, llamativo y agradable donde los haya. Ideal para quien se quiere tomar un café mientras se pone, tranquilamente, al día con sus amistades. Lo que desconocía, y que me sorprendió gratamente, fue que organizaran anualmente un Concurso de Tartas.
Al minuto de haberme enterado ya estaba rodeada de libros y revistas buscando la receta ideal para presentarme a dicho evento.
La búsqueda no duró mucho y tras rechazar a dos candidatas me decanté por este pastel o tarta de chocolate y frambuesa.
Esta receta es ideal para los amantes del chocolate que busquen algo más. Hay que decir, que la combinación ácida de las frambuesas potencia el sabor del chocolate, convirtiéndose en un maridaje perfecto.
La receta es fácil aunque trabajosa. Hay que hacer el bizcocho, el almíbar, preparar la ganache... También hay que tener en cuenta los tiempos de enfriado y reposo. Pero el resultado es muy vistoso, sobre todo, al cortarlo.
Vamos a por la receta, que esta es de las largas!
Ingredientes para el bizcocho de cacao:
6 huevos
120 g de azúcar
20 g de cacao
50 g de almendra molida
Ingredientes para el almíbar:
50 g de azúcar
100 ml de agua
10 ml de licor de fresa
Ingredientes para la crema ganache:
350 g de chocolate negro
200 g de frambuesas
350 ml de nata líquida
1 vaina de vainilla
Hojas de menta o hierbabuena para decorar
Preparación del bizcocho con Thermomix:
Precalentar el horno a 180º.
Separar las claras de las yemas.
Colocar la mariposa en las cuchillas y montar las claras a punto de nieve firme, programando 1 minutos por cada clara, es decir 6 minutos, a velocidad 3 ½. Añadir poco a poco 100 g de azúcar. Reservar en un bol.
Sin lavar el vaso, introducir las yemas en el vaso y añadir 20 g de azúcar. Batir durante 8 minutos velocidad 3 ½ para blanquear.
Incorporar suavemente las claras montadas a la mezcla de yemas. Utilizar unas varillas y mezclar de fuera hacia dentro con movimientos lentos y envolventes. Así no se romperán las burbujas y nos quedará el bizcocho esponjoso.
Incorporar el cacao y la almendra molida.
Cubrir una placa de 38 x 25 cm con papel de hornear o similar. Untar de mantequilla y verter la masa encima.
Hornear durante 20 con calor sólo arriba y abajo. Sin ventilador ni turbo.
Una vez que el bizcocho ya está listo, volcarlo encima de una rejilla y retirar el papel con cuidado.
Dejar enfriar completamente.
Preparación tradicional del bizcocho:
Precalentar el horno a 180º.
Separar las claras de las yemas.
Montar las claras a punto de nieve firme y añadir poco a poco 100 g de azúcar. Reservar en un bol.
Batir las yemas con los 20 g de azúcar restante y blanquear.
Incorporar suavemente las claras montadas a la mezcla de yemas. Utilizar unas varillas y mezclar de fuera hacia dentro con movimientos lentos y envolventes. Así no se romperán las burbujas y nos quedará el bizcocho esponjoso.
Incorporar el cacao y la almendra molida.
Cubrir una placa de 38 x 25 cm con papel de hornear o similar. Untar de mantequilla y verter la masa encima.
Hornear durante 20 con calor sólo arriba y abajo. Sin ventilador ni turbo.
Una vez que el bizcocho ya está listo, volcarlo encima de una rejilla y retirar el papel con cuidado.
Dejar enfriar completamente.
Preparación del almíbar:
En un cazo poner el agua y el azúcar y llevarlo a ebullición. Remover hasta que el azúcar se disuelva. Apartar del calor, añadir el licor y remover para integrarlo. Dejar enfriar.
Preparación de la ganache:
Colocar el chocolate en un cuenco amplio.
Con un cuchillo de punta hacer un corte superficial a lo largo de la vaina de vainilla. Con la ayuda del cuchillo abrir las paredes y rascar suavemente. De este modo obtendremos las semillas de la vaina de vainilla.
Llevar la nata a ebullición y una vez fuera del fuego incorporar las semillas de vainilla. Remover para distribuir y que no se queden las semillas en pequeños pegotes.
Verter la nata sobre el chocolate y esperar un par de minutos antes de mezclar con unas varillas. Para integrar los diferentes ingredientes lo mejor es hacer círculos de dentro a fuera. La ganache estará lista cuando la mezcla esté lisa, brillante y homogénea.
Dividir la ganache en dos. Una de ellas reservarla y cuando esté fría cubrir con film transparente e introducir en la nevera.
Montaje del pastel:
Separar las frambuesas en dos mitades y reservar algunas para la decoración.
Forrar con film transparente el molde alargado que vayamos a utilizar. Yo he tenido que utilizar dos trozos, uno lo he colocado a lo largo y otro a lo ancho. Si nos quedan arrugas no hay de que preocuparse.
Una vez que tenemos el bizcocho frío cortar tres tiras del tamaño del molde.
Colocar la primera tira en el fondo del molde. Bañar con el almíbar utilizando un pincel de cocina. Verter la ganache y alisar. Colocar la mitad de las frambuesas. Volver a cubrir con otro poco de la ganache y poner otra de las tiras del bizcocho encima. Presionar levemente para nivelar. Y volver a empezar.
Una vez que ya tenemos todas las capas del pastel cubrir con otro trozo de film transparente y lo dejamos reposar en la nevera un mínimo de 2 horas aunque está mejor de un día para otro.
A la mañana siguiente desmoldar el pastel sobre una rejilla. Quitarle el film transparente.
Recalentar la ganache que teníamos reservada. Para ello podemos utilizar el microondas o hacerlo al baño de vapor.
Cuando la ganache haya tomado la consistencia deseada verter sobre el pastel y alisar con una espátula.
Sugerencias:
Decorar con las frambuesas y hojas de menta o hierbabuena. Si fuera Navidad lo decoraría con hojas y bayas de acebo!
Estimo que el pastel es para 8 personas pero depende de lo adictos que sean al chocolate!
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