Esta es la típica receta que te llama la atención en un libro o revista y que te lanzas a preparar saltándote la lista interminable de recetas pendientes de hacer.
¿Por qué pasan estas cosas? No lo sé pero tampoco me importa. Creo que la espontaneidad también forma parte de la evolución. O por lo menos de mi evolución personal en la cocina.
Tampoco sé porque estas recetas de las que me enamoro a primera vista salen siempre bien. Mientras que otras que están totalmente estudiadas no llegan a buen puerto.
Sólo puedo deciros que esta tarta con sabores tropicales y especiados se ha convertido en la receta de la semana por sus ingredientes fáciles de encontrar y por su simple elaboración.
Y cambiando de tema, si utilizáis el molde que os indico salen 16 raciones de un tamaño ideal para presentar de manera individual.
INGREDIENTES
-Para el bizcocho
- 400 g de piña natural pelada
- 220 g de pulpa de plátano sin cáscara
- 150 g de harina de trigo
- 75 g de harina leudante o bizcochona
- ½ cucharadita de bicarbonato
- ½ cucharadita de canela en polvo
- ½ cucharadita de jengibre en polvo
- 200 g de azúcar moreno
- 45 g de coco rallado
- 2 huevos
- 180 g de aceite de girasol
- 60 g de jugo de piña
- 30 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 60 g de queso para untar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 220 g de azúcar glas
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Precalentar el horno a 180º, con calor arriba y abajo. Engrasar un molde cuadrado de 23 x 23 y forrar el fondo con papel sulfurizado o de hornear.
Triturar la piña con la batidora y escurrirla bien con un colador de malla fina. Reservar el jugo que suelte.
Triturar también la pulpa de plátano y reservar.
Juntar y tamizar las dos harinas, el bicarbonato y las especies. Reservar.
Batir los huevos con el azúcar moreno hasta que se forme una crema suave. Incorporar la mezcla de harina y remover un poco hasta integrar los ingredientes.
A continuación, agregar el puré de piña, el de plátano y el coco rallado.
Incorporar el jugo de piña y el aceite de girasol. Mezclar hasta obtener una masa densa y uniforme.
Verter la masa en el molde e introducirlo en el horno precalentado. Hornear 40 minutos o hasta que al pinchar el palito salga limpio.
Dejar reposar 5 minutos en el molde. Después desmoldar y dejar que se enfríe sobre rejilla.
Para preparar el glaseado de mantequilla y queso he utilizado la batidora de mano porque son cantidades muy pequeñas. Con las varillas puestas batir la mantequilla a temperatura ambiente hasta convertirla en pasta. Si podéis regular la velocidad os recomiendo que la pongáis al medio. Una vez la mantequilla esté pomada incorporar la esencia de vainilla y sin dejar de remover incorporar el azúcar a cucharadas. Batir hasta integrar, este proceso no se debe alargar demasiado.
Para finalizar incorporar la crema de queso fría, así le dará textura más firme.
PREPARACIÓN CON THERMOMIX
Precalentar el horno a 180º, con calor arriba y abajo. Engrasar un molde cuadrado de 23 x 23 y forrar el fondo con papel sulfurizado o de hornear.
Triturar la piña durante 10 segundos, velocidad 7 Escurrirla bien con un colador de malla fina. Reservar el jugo que suelte.
Triturar la pulpa de plátano durante 10 segundos, velocidad 7. Retirar y reservar.
Juntar y tamizar las dos harinas, el bicarbonato y las especies. Reservar.
Batir los huevos con el azúcar moreno durante 4 minutos, velocidad 3 1/2 hasta que se forme una crema suave. Incorporar la mezcla de harina y remover durante 30 segundos, velocidad 3 hasta integrar los ingredientes.
A continuación, agregar el puré de piña, el de plátano y el coco rallado. Mezclar durante 30 segundos, velocidad 3.
Incorporar el jugo de piña y el aceite de girasol. Batir durante 30 segundos, velocidad 2. Con una espátula integrar las masa que se haya quedado en e vaso.
Verter la masa en el molde e introducirlo en el horno precalentado. Hornear 40 minutos o hasta que al pinchar el palito salga limpio.
Dejar reposar 5 minutos en el molde. Después desmoldar y dejar que se enfríe sobre rejilla.
Para preparar el glaseado de mantequilla y queso he utilizado la batidora de mano porque son cantidades muy pequeñas. Con las varillas puestas batir la mantequilla a temperatura ambiente hasta convertirla en pasta. Si podéis regular la velocidad os recomiendo que la pongáis al medio. Una vez la mantequilla esté pomada incorporar la esencia de vainilla y sin dejar de remover incorporar el azúcar a cucharadas. Batir hasta integrar, este proceso no se debe alargar demasiado.
Para finalizar incorporar la crema de queso fría, así le dará textura más firme.
tir la mantequilla a temperatura ambiente, el queso y la esencia de vainilla hasta que se convierta en una crema suave y esponjosa. Incorporar poco a poco y sin dejar de batir el azúcar glas, que le dará una consistencia más firme.
DECORACIÓN
Una vez que el bizcocho esté frío, cortarlo en cuadrados de 5 x 5 cm. Sobrará unos recortes que son perfectos para que quien cocina pruebe el bizcocho.
Introducir la crema de queso en una manga pastelera con vuestra boquilla favorita puesta. En mi caso se trata de la W199.
Decorar cada cuadradito de bizcocho con un poco de crema y terminar espolvoreando coco teñido.
TRUCO
Para darle un poco de color a la decoración he teñido el coco de color anaranjado.
El proceso es tremendamente fácil y se puede utilizar el color que queráis. Para esta receta sólo necesitamos unos 15 g de coco rallado que pondremos en un bote o cuenco. Añadir una gota de colorante líquido. Tapar y agitar para impregnar bien todas las partículas. Si nos queda alguna bolita de tinte la podemos deshacer con los dedos pero os recomiendo que os pongáis unos guantes de látex si no queréis terminar con las yemas totalmente teñidas.
Más información – Delicias de chocolate
Pues me encantan los ingredientes que lleva y desde luego que tiene que estar muy rica.Besos.
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