A estas alturas de verano no apetece encender el horno, lo sé. Pero esta receta bien se merece que hagamos un esfuerzo porque el resultado es un postre que posee todo el sabor de la fruta y el toque crujiente del desmigado.
Aunque parezca lo contrario es muy fácil de hacer y cunde para unas 10 personas, así que animo a los principiantes a que lo intenten porque no tiene ningún secreto.
Y hablando de secretos ¿cómo hacéis para retirar los huesos de las cerezas? Yo lo hago igual que si fueran albaricoques. Las parto a la mitad y giro cada parte en sentido contrario, como si estuviera abriendo una conserva. El hueso se desprenderá fácilmente de una de las mitades y con la otra mitad hago otro corte y repito la operación. Para terminar retiro el hueso que estará prendido a uno de los cuartos de la cereza.
A la hora de servir el crumble de verano he escogido crema acidificada o crème fraîche que le aporta ese puntito lácteo que tanto gusta. Los comensales estarán encantados sobre todo los que no son amantes de lo dulce, muy dulce. También se puede servir con helado de vainilla casero que aportará matices de vainilla y gusta mucho más a los niños y no tan niños.
Y vosotros ¿con qué los serviréis?
INGREDIENTES
Precalentar el horno a 180º y untar con mantequilla una fuente honda que pueda ir al horno.
Lavar bien las frutas y retirar pedúnculos, huesos y corazones. En el caso de las manzanas pelarlas y trocearlas en porciones de 1 cm. Las cerezas también se pueden cortar en cuartos. Disponer ambas frutas en la fuente reservada.
Lavar bien la naranja y secarla con papel de cocina. Con un pelador retirar la piel sin que lleve nada de corteza blanca.
Exprimir la naranja y verter el zumo encima de las frutas. Agregar 60 g de azúcar y remover para mezclar bien los sabores.
Moler las almendras en el molinillo hasta reducirlas a polvo. Retirar y mezclar con la harina y con los 100 g de azúcar.
Moler o cortar muy finita la piel de la naranja. Mezclarla con los otros ingredientes y agregar la mantequilla. Desmenuzar con los dedos hasta conseguir que se hagan migas. Repartir el desmigado por encima de las frutas intentando que queden totalmente cubiertas.
Introducir en el horno durante 25 minutos a la misma temperatura. Una vez transcurrido el tiempo subir la fuente a la altura superior para gratinarla durante 2 o 3 minutos. Tiene que quedar la superficie dorada pero no carbonizada, así que os recomiendo que vigiléis constantemente durante el último par de minutos.
Retirar y servir templado con crema acidificada.
Precalentar el horno a 180º y untar con mantequilla una fuente honda que pueda ir al horno.
Lavar bien las frutas y retirar pedúnculos, huesos y corazones. En el caso de las manzanas pelarlas y trocearlas en porciones de 1 cm. Las cerezas también se pueden cortar en cuartos. Disponer ambas frutas en la fuente reservada.
Lavar bien la naranja y secarla con papel de cocina. Con un pelador retirar la piel sin que lleve nada de corteza blanca.
Exprimir la naranja y verter el zumo encima de las frutas. Agregar 60 g de azúcar y remover para mezclar bien los sabores.
Moler las almendras durante 10 segundos a velocidad 5. Retirar y reservar. Sin lavar el vaso poner la piel de naranja y cortarla durante 5 segundos a velocidad 5. Agregar la harina, los 100 g de azúcar, las almendras picadas reservadas y la mantequilla. Programar 4 segundos, velocidad 5.
Repartir el desmigado por encima de las frutas intentando que queden totalmente cubiertas.
Introducir en el horno durante 25 minutos a la misma temperatura. Una vez transcurrido el tiempo subir la fuente a la altura superior para gratinarla durante 2 o 3 minutos. Tiene que quedar la superficie dorada pero no carbonizada, así que os recomiendo que vigiléis constantemente durante el último par de minutos.
Retirar y servir templado con crema acidificada.
Más información –Helado de vainilla
Aunque parezca lo contrario es muy fácil de hacer y cunde para unas 10 personas, así que animo a los principiantes a que lo intenten porque no tiene ningún secreto.
Y hablando de secretos ¿cómo hacéis para retirar los huesos de las cerezas? Yo lo hago igual que si fueran albaricoques. Las parto a la mitad y giro cada parte en sentido contrario, como si estuviera abriendo una conserva. El hueso se desprenderá fácilmente de una de las mitades y con la otra mitad hago otro corte y repito la operación. Para terminar retiro el hueso que estará prendido a uno de los cuartos de la cereza.
A la hora de servir el crumble de verano he escogido crema acidificada o crème fraîche que le aporta ese puntito lácteo que tanto gusta. Los comensales estarán encantados sobre todo los que no son amantes de lo dulce, muy dulce. También se puede servir con helado de vainilla casero que aportará matices de vainilla y gusta mucho más a los niños y no tan niños.
Y vosotros ¿con qué los serviréis?
INGREDIENTES
- 55 g de almendras peladas
- 100 g de harina de trigo
- 100 g de mantequilla sin sal en cubos
- 100 g de azúcar para el desmigado
- 60 g de azúcar para las frutas
- 250 g de cerezas
- 4 manzanas reineta
- 1 naranja
- Crema fresca (Crème fraîche)
- Mantequilla para untar el molde
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Precalentar el horno a 180º y untar con mantequilla una fuente honda que pueda ir al horno.
Lavar bien las frutas y retirar pedúnculos, huesos y corazones. En el caso de las manzanas pelarlas y trocearlas en porciones de 1 cm. Las cerezas también se pueden cortar en cuartos. Disponer ambas frutas en la fuente reservada.
Lavar bien la naranja y secarla con papel de cocina. Con un pelador retirar la piel sin que lleve nada de corteza blanca.
Exprimir la naranja y verter el zumo encima de las frutas. Agregar 60 g de azúcar y remover para mezclar bien los sabores.
Moler las almendras en el molinillo hasta reducirlas a polvo. Retirar y mezclar con la harina y con los 100 g de azúcar.
Moler o cortar muy finita la piel de la naranja. Mezclarla con los otros ingredientes y agregar la mantequilla. Desmenuzar con los dedos hasta conseguir que se hagan migas. Repartir el desmigado por encima de las frutas intentando que queden totalmente cubiertas.
Introducir en el horno durante 25 minutos a la misma temperatura. Una vez transcurrido el tiempo subir la fuente a la altura superior para gratinarla durante 2 o 3 minutos. Tiene que quedar la superficie dorada pero no carbonizada, así que os recomiendo que vigiléis constantemente durante el último par de minutos.
Retirar y servir templado con crema acidificada.
PREPARACIÓN CON THERMOMIX
Precalentar el horno a 180º y untar con mantequilla una fuente honda que pueda ir al horno.
Lavar bien las frutas y retirar pedúnculos, huesos y corazones. En el caso de las manzanas pelarlas y trocearlas en porciones de 1 cm. Las cerezas también se pueden cortar en cuartos. Disponer ambas frutas en la fuente reservada.
Lavar bien la naranja y secarla con papel de cocina. Con un pelador retirar la piel sin que lleve nada de corteza blanca.
Exprimir la naranja y verter el zumo encima de las frutas. Agregar 60 g de azúcar y remover para mezclar bien los sabores.
Moler las almendras durante 10 segundos a velocidad 5. Retirar y reservar. Sin lavar el vaso poner la piel de naranja y cortarla durante 5 segundos a velocidad 5. Agregar la harina, los 100 g de azúcar, las almendras picadas reservadas y la mantequilla. Programar 4 segundos, velocidad 5.
Repartir el desmigado por encima de las frutas intentando que queden totalmente cubiertas.
Introducir en el horno durante 25 minutos a la misma temperatura. Una vez transcurrido el tiempo subir la fuente a la altura superior para gratinarla durante 2 o 3 minutos. Tiene que quedar la superficie dorada pero no carbonizada, así que os recomiendo que vigiléis constantemente durante el último par de minutos.
Retirar y servir templado con crema acidificada.
Más información –Helado de vainilla
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