Reconozco que soy un poco obsesiva, sí obsesiva con la música, con los escritores, actores y también con los productos y sabores. Así que cuando algo me gusta lo repito hasta la saciedad.
Este invierno me ofusqué con las naranjas y las preparé con todo; en cupcakes, o en bundt cake. También preparé una deliciosa crema y por supuesto las mezclé con almendras o con semillas de amapola. En fin, que tengo recetas para hacer un monográfico de esta fruta.
Pero ahora mi pasión son los frutos ácidos, principalmente limas, frutas de la pasión y kumquats. Refrescantes y que casan muy bien con otros sabores, formando combinaciones ideales para combatir las altas temperaturas del verano.
La última preparación con estos sabores fue una tarta de lima hecha con base de galletas trituradas y decorada con la pulpa de frutas de la pasión. Es una tarta fácil y rápida de preparar que cunde para unas 10 personas. Además se puede hacer la víspera dejándonos tiempo suficiente para otras preparaciones.
Y a vosotros ¿qué sabor os vuelve locos?
85 g de mantequilla sin sal
2 cucharadas de melaza o miel de caña de azúcar
200 g de galletas Digestive
300 g de nata para montar fría (mínimo 35% m.g.)
400 g de leche condensada
3 limas
3 frutas de la pasión
Untar con mantequilla la base y los laterales de un molde desmontable de 22 cm de diámetro.
Triturar las galletas hasta reducirlas a polvo o migas.
En una olla pequeña calentar la melaza y la mantequilla hasta que esté derretida. También se puede hacer en el microondas teniendo en cuenta que la mantequilla no puede llegar a hervir.
Verter sobre las galletas y remover hasta formar una pasta. Forrar la base del molde con esta pasta procurando que quede nivelada. Podemos utilizar un alisador pequeño de fondant, la esquina de un paño limpio o cualquier otro utensilio que nos permita distribuir bien la pasta.
Refrigerar al menos durante 30 minutos.
Aprovechar el tiempo de reposo para hacer el relleno. Lo primero será lavar bien y secar las limas. Rallarlas y exprimir su zumo.
Montar la nata bien fría hasta que esté firme. Trasladarla a un bol grande e incorporar la ralladura de las limas y la leche condensada. Mezclar bien hasta que los tres ingredientes estén integrados.
Sin dejar de remover agregar el zumo de lima. El proceso tiene que ser lento pero seguro, removiendo siempre para incorporarlo poco.
Rellenar el molde con la crema de lima. Alisar la superficie e introducir en el congelador durante, al menos, 5 horas. Aunque siempre es mejor de un día para otro.
Transcurrido el tiempo, desenganchar el lateral del molde. Se despega muy bien, así que esta tarea no entraña ningún riesgo, de todas formas se puede utilizar una espátula de pastelería.
Retirar también la base del molde y colocar la tarta en un plato de servir bonito. Terminar decorando con las semillas y la pulpa de las frutas de la pasión.
Untar con mantequilla la base y los laterales de un molde desmontable de 22 cm de diámetro.
Poner en el vaso las galletas rotas en varios trozos. Programar vaso cerrado y apretar el botón de turbo durante 3 o 4 segundos. Si queda algún trozo de galleta se puede deshacer con los dedos.
Este invierno me ofusqué con las naranjas y las preparé con todo; en cupcakes, o en bundt cake. También preparé una deliciosa crema y por supuesto las mezclé con almendras o con semillas de amapola. En fin, que tengo recetas para hacer un monográfico de esta fruta.
Pero ahora mi pasión son los frutos ácidos, principalmente limas, frutas de la pasión y kumquats. Refrescantes y que casan muy bien con otros sabores, formando combinaciones ideales para combatir las altas temperaturas del verano.
La última preparación con estos sabores fue una tarta de lima hecha con base de galletas trituradas y decorada con la pulpa de frutas de la pasión. Es una tarta fácil y rápida de preparar que cunde para unas 10 personas. Además se puede hacer la víspera dejándonos tiempo suficiente para otras preparaciones.
Y a vosotros ¿qué sabor os vuelve locos?
INGREDIENTES
85 g de mantequilla sin sal
2 cucharadas de melaza o miel de caña de azúcar
200 g de galletas Digestive
300 g de nata para montar fría (mínimo 35% m.g.)
400 g de leche condensada
3 limas
3 frutas de la pasión
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Untar con mantequilla la base y los laterales de un molde desmontable de 22 cm de diámetro.
Triturar las galletas hasta reducirlas a polvo o migas.
En una olla pequeña calentar la melaza y la mantequilla hasta que esté derretida. También se puede hacer en el microondas teniendo en cuenta que la mantequilla no puede llegar a hervir.
Verter sobre las galletas y remover hasta formar una pasta. Forrar la base del molde con esta pasta procurando que quede nivelada. Podemos utilizar un alisador pequeño de fondant, la esquina de un paño limpio o cualquier otro utensilio que nos permita distribuir bien la pasta.
Refrigerar al menos durante 30 minutos.
Aprovechar el tiempo de reposo para hacer el relleno. Lo primero será lavar bien y secar las limas. Rallarlas y exprimir su zumo.
Montar la nata bien fría hasta que esté firme. Trasladarla a un bol grande e incorporar la ralladura de las limas y la leche condensada. Mezclar bien hasta que los tres ingredientes estén integrados.
Sin dejar de remover agregar el zumo de lima. El proceso tiene que ser lento pero seguro, removiendo siempre para incorporarlo poco.
Rellenar el molde con la crema de lima. Alisar la superficie e introducir en el congelador durante, al menos, 5 horas. Aunque siempre es mejor de un día para otro.
Transcurrido el tiempo, desenganchar el lateral del molde. Se despega muy bien, así que esta tarea no entraña ningún riesgo, de todas formas se puede utilizar una espátula de pastelería.
Retirar también la base del molde y colocar la tarta en un plato de servir bonito. Terminar decorando con las semillas y la pulpa de las frutas de la pasión.
PREPARACIÓN CON THERMOMIX
Untar con mantequilla la base y los laterales de un molde desmontable de 22 cm de diámetro.
Poner en el vaso las galletas rotas en varios trozos. Programar vaso cerrado y apretar el botón de turbo durante 3 o 4 segundos. Si queda algún trozo de galleta se puede deshacer con los dedos.
En una olla pequeña calentar la melaza y la mantequilla hasta que esté derretida. También se puede hacer en el microondas teniendo en cuenta que la mantequilla no puede llegar a hervir.
Verter sobre las galletas y mezclar durante 15 segundos a velocidad 3. Forrar la base del molde con esta pasta procurando que quede nivelada. Podemos utilizar un alisador pequeño de fondant, la esquina de un paño limpio o cualquier otro utensilio que nos permita distribuir bien la pasta.
Refrigerar al menos durante 30 minutos.
Aprovechar el tiempo de reposo para hacer el relleno. Lo primero será lavar bien y secar las limas. Rallarlas y exprimir su zumo.
Verter la nata fría en el vaso limpio, agregar la ralladura de lima y programar velocidad 3 sin tiempo hasta que esté firme.
Trasladarla a un bol grande e incorporar la leche condensada. Mezclar bien hasta que los ingredientes estén integrados.
Sin dejar de remover agregar el zumo de lima. El proceso tiene que ser lento pero seguro, removiendo siempre para incorporarlo poco.
Rellenar el molde con la crema de lima. Alisar la superficie e introducir en el congelador durante, al menos, 5 horas. Aunque siempre es mejor de un día para otro.
Transcurrido el tiempo, desenganchar el lateral del molde. Se despega muy bien, así que esta tarea no entraña ningún riesgo, de todas formas se puede utilizar una espátula de pastelería.
Retirar también la base del molde y colocar la tarta en un plato de servir bonito. Terminar decorando con las semillas y la pulpa de las frutas de la pasión.
SUGERENCIAS
A la hora de cortar para que la tarta no esté congelada y dura como una piedra lo mejor es sacarla unos 15 minutos antes de servirla.
No dudéis en hacerla en formato rectangular y cortarla en pequeños cuadrados de 4 x 4 cm. Ideales para una merienda en una tarde larga de verano.
Más información – Leche condensada casera / Helado tropical
miam miam Una receta sencilla y eficaz!
ResponderEliminareso es lo que queremos en la cocina, verdad?? Recetas fáciles y deliciosas que son todo un éxito.
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