Con la llegada de la Navidad muchos tenemos la suerte de disfrutar de unos días libres. Como no podía ser de otra manera, yo he aprovechado para preparar una receta que me recuerda a los días de domingo en mi casa, cuando mi madre preparaba algún postre especial o habríamos una caja de galletas como si fuera el mayor tesoro.
Las cosas han cambiado mucho y ya no le damos importancia a estos pequeños detalles pero en la memoria de mis hermanos y en la mía siempre habrá un recuerdo especial para los nevaditos, las galletas de chocolate con envoltorio brillante, las bolitas de coco y leche condensada, la empanada de dulce de leche o las galletas caseras.
Estos nevaditos caseros, son tan fáciles y rápidos de preparar que se los recomiendo a todos; tanto a los principiantes como a los expertos cocineros. Con esta receta disfrutaréis de la cocina tradicional, sencilla y con unos resultados sorprendentes.
Ya sólo con el nombre apetece quedarse en casa y encender el horno, ¿verdad?
Derretir la manteca de cerdo en el microondas pero sin que llegue a hervir.
Hacer un volcán con la harina, el azúcar y la sal, añadir los dos tipos de vino y mezclar.
Agregar la manteca derretida y amasar hasta obtener una masa suave y brillante.
Hacer una bola con ella, envolver en film transparente y dejarla reposar en la nevera durante 20-30 minutos.
Antes de que termine el tiempo de reposo, precalentar el horno a 170º.
Cortar dos trozos grandes de papel de hornear. Estirar la masa entre ellos utilizando un rodillo hasta conseguir un grosor de 1 cm.
Para cortar la masa he utilizado un cortador redondo de 48 mm de diámetro que tiene los bordes lobulados pero podéis utilizar vuestro molde de galletas favorito. Colocarlas en la bandeja de horno y hornear durante 30-35 minutos, hasta que la parte de arriba empiece a tomar color.
Retirar y dejar enfriar. Una vez alcanzado la temperatura ambiente espolvorear azúcar glas por encima. Para ello lo mejor es utilizar un tamiz o un colador pequeño y seco.
Derretir la manteca de cerdo durante 1 minuto, 50º, velocidad 1.
Añadir en este orden los ingredientes: primero los dos tipos de vino, después la harina, el azúcar y los pellizcos de sal.
Mezclar durante 10 segundos, velocidad 6. Retirar y hacer una bola con ella, envolver en film transparente y dejarla reposar en la nevera durante 20-30 minutos.
Antes de que termine el tiempo de reposo, precalentar el horno a 170º.
Cortar dos trozos grandes de papel de hornear. Estirar la masa entre ellos utilizando un rodillo hasta conseguir un grosor de 1 cm.
Para cortar la masa he utilizado un cortador redondo de 48 mm de diámetro que tiene los bordes lobulados pero podéis utilizar vuestro molde de galletas favorito. Colocarlas en la bandeja de horno y hornear durante 30-35 minutos, hasta que la parte de arriba empiece a tomar color.
Retirar y dejar enfriar. Una vez alcanzado la temperatura ambiente espolvorear azúcar glas por encima. Para ello lo mejor es utilizar un tamiz o un colador pequeño y seco.
Con estas cantidades salen unas 25 unidades. Se conservan perfectamente durante días en un recipiente hermético. Pero tenéis que tener cuidado ya que si las manipuláis mucho el azúcar glas se acaba estropeando y no tendrá el efecto “nevado” que los hace tan característicos.
Más información – leche condensada casera
Las cosas han cambiado mucho y ya no le damos importancia a estos pequeños detalles pero en la memoria de mis hermanos y en la mía siempre habrá un recuerdo especial para los nevaditos, las galletas de chocolate con envoltorio brillante, las bolitas de coco y leche condensada, la empanada de dulce de leche o las galletas caseras.
Estos nevaditos caseros, son tan fáciles y rápidos de preparar que se los recomiendo a todos; tanto a los principiantes como a los expertos cocineros. Con esta receta disfrutaréis de la cocina tradicional, sencilla y con unos resultados sorprendentes.
Ya sólo con el nombre apetece quedarse en casa y encender el horno, ¿verdad?
INGREDIENTES
- 130 g de manteca de cerdo
- 45 g de vino blanco Montilla
- 30 g de vino blanco (normal)
- 330 g de harina de trigo
- 40 g de azúcar blanquilla
- 2 pellizcos de sal
- Azúcar glas para decorar
PREPARACIÓN TRADICIONAL
Derretir la manteca de cerdo en el microondas pero sin que llegue a hervir.
Hacer un volcán con la harina, el azúcar y la sal, añadir los dos tipos de vino y mezclar.
Agregar la manteca derretida y amasar hasta obtener una masa suave y brillante.
Hacer una bola con ella, envolver en film transparente y dejarla reposar en la nevera durante 20-30 minutos.
Antes de que termine el tiempo de reposo, precalentar el horno a 170º.
Cortar dos trozos grandes de papel de hornear. Estirar la masa entre ellos utilizando un rodillo hasta conseguir un grosor de 1 cm.
Para cortar la masa he utilizado un cortador redondo de 48 mm de diámetro que tiene los bordes lobulados pero podéis utilizar vuestro molde de galletas favorito. Colocarlas en la bandeja de horno y hornear durante 30-35 minutos, hasta que la parte de arriba empiece a tomar color.
Retirar y dejar enfriar. Una vez alcanzado la temperatura ambiente espolvorear azúcar glas por encima. Para ello lo mejor es utilizar un tamiz o un colador pequeño y seco.
PREPARACIÓN CON THERMOMIX
Derretir la manteca de cerdo durante 1 minuto, 50º, velocidad 1.
Añadir en este orden los ingredientes: primero los dos tipos de vino, después la harina, el azúcar y los pellizcos de sal.
Mezclar durante 10 segundos, velocidad 6. Retirar y hacer una bola con ella, envolver en film transparente y dejarla reposar en la nevera durante 20-30 minutos.
Antes de que termine el tiempo de reposo, precalentar el horno a 170º.
Cortar dos trozos grandes de papel de hornear. Estirar la masa entre ellos utilizando un rodillo hasta conseguir un grosor de 1 cm.
Para cortar la masa he utilizado un cortador redondo de 48 mm de diámetro que tiene los bordes lobulados pero podéis utilizar vuestro molde de galletas favorito. Colocarlas en la bandeja de horno y hornear durante 30-35 minutos, hasta que la parte de arriba empiece a tomar color.
Retirar y dejar enfriar. Una vez alcanzado la temperatura ambiente espolvorear azúcar glas por encima. Para ello lo mejor es utilizar un tamiz o un colador pequeño y seco.
SUGERENCIAS
Con estas cantidades salen unas 25 unidades. Se conservan perfectamente durante días en un recipiente hermético. Pero tenéis que tener cuidado ya que si las manipuláis mucho el azúcar glas se acaba estropeando y no tendrá el efecto “nevado” que los hace tan característicos.
Más información – leche condensada casera
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