CRUJIENTES DE MEMBRILLO Y REQUESÓN

Si algo bueno tiene el otoño es que nos regala productos excepcionales. En un primer momento nos puede parecer que es aburrido y austero, sobre todo si lo comparamos con el verano.

Poco a poco va descubriendo sus encantos y nos encontramos con fantásticos cestos llenos de setas y champiñones, diversas calabazas con sus colores y sus formar extrañas. Y muchas frutas que están en su mejor momento; boniatos, uvas, mandarinas, castañas y sobre todo membrillos.



Este año nos ha dado a todos por hacer dulce de membrillo y ha comenzado el trueque de botes para poder catar todas las pruebas. Así que tengo la nevera con diversos dulces que van desde los más claros hasta los más densos y oscuros.

Así que para dar salida a estas existencias he preparado estos crujientes de pasta filo que combina perfectamente con el sabor del membrillo y la textura del requesón.

Con estas cantidades salen 15 unidades que os durarán un abrir y cerrar de ojos. Además estoy segura de que los repetiréis porque son entretenidos y fáciles de hacer y los más pequeños también pueden aportar su granito de arena.




INGREDIENTES
  • 80 g de dulce de membrillo
  • 80 g de requesón
  • 50 g de almendras peladas sin tostar
  • 1 limón
  • 6 láminas de pasta filo
  • 50 g de mantequilla derretida


PREPARACIÓN TRADICIONAL

Triturar las almendras evitando que se conviertan en polvo. Reservar.

Lavar bien el limón y secarlo. Con un pelador cortar la mitad de su piel sin nada de blanco. Picar finamente con un cuchillo y reservar.

Con un tenedor, mezclar el requesón bien escurrido con el dulce de membrillo hasta conseguir una pasta densa. Juntar con las almendras picadas y la ralladura de limón hasta conseguir una pasta homogénea.

Precalentar el horno a 180º.


Estirar una lámina de pasta filo y pincelar con la mantequilla derretida. Colocar otra lámina encima con cuidado de que no se rompa y volver a pincelar con mantequilla.

Cortar la pasta en tiras de 7 x 21 cm. Colocar el relleno en el extremo superior y doblar como si fueran triángulos. (Si quieres ver el dibujo práctico pincha aquí)

Pintar los triángulos con mantequilla y hornear durante 15 minutos hasta que estén dorados.

Recordad que el membrillo quema mucho, así que dejar enfriar un poco antes de servir.

PREPARACIÓN CON THERMOMIX

Poner las almendras en el vaso, poner la tapa y el cubilete y darle un golpe de turbo. Retirar y reservar.

Lavar bien el limón y secarlo. Con un pelador cortar la mitad de su piel sin nada de blanco. Picar finamente con un cuchillo. Reservar.

Poner en el vaso de la Thermomix el requesón bien escurrido y el dulce de membrillo. Batir durante 30 segundos a velocidad 3. Retirar la pasta a un cuenco y mezclar con las almendras picadas y la ralladura de limón.

Precalentar el horno a 180º.


Estirar una lámina de pasta filo y pincelar con la mantequilla derretida. Colocar otra lámina encima con cuidado de que no se rompa. Volver a pincelar con mantequilla.


Cortar la pasta en tiras de 7 x 21 cm. Colocar el relleno en el extremo superior y doblar como si fueran triángulos. (Si quieres ver el dibujo práctico pincha aquí)

Pintar los triángulos con mantequilla y hornear durante 15 minutos hasta que estén dorados.

Recordad que el membrillo quema mucho, así que dejar enfriar un poco antes de servir.


SUGERENCIAS

Mientras trabajáis con la masa filo os recomiendo que las otras láminas estén tapadas con un paño húmedo. Ya que al ser tan finita se seca muy rápido quedando quebradiza e inservible.

Más información – Galletas de calabaza / Spanakopitas griegas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes dejar tus preguntas o comentarios, los leo todos.
¡Gracias por tu tiempo!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...