No sé si a vosotros os pasa lo mismo pero a mí me encanta el olor a pan recién hecho. Me resulta muy agradable y cálido y, además, siempre me trae recuerdos de mi niñez.
El pan de molde es el tipo de pan que más se consume en casa…que si unas tostaditas por la mañana, que si con un poquito de aceite y sal para el almuerzo, que si por la tarde me llevo un tentempié.
Lo malo es que ahora, con esto de la industrialización, ha dejado de tener la calidad y sabor que tenía antes… por mucho que las marcas de pan se empeñen en decirnos lo contrario.
Así que con esta receta nos aseguraremos de lo que comemos, sin tantos aditivos, ni conservantes. Se utilizan materias primas muy básicas, de las que todos tenemos en casa.
Además es reconfortante porque el resultado es espectacular para lo sencillo y fácil que es de hacer.
No olvidéis que se pueden añadir semillas o frutos secos según vuestros propios gustos.
400 g de harina de fuerza
50 g de leche semidesnatada
240 g de agua
20 g de levadura fresca
1 cucharada de miel
10 g de mantequilla con sal
aceite y mantequilla para untar
Poner en el vaso la miel disuelta en el agua y la leche, calentar a 37º durante 2 minutos a velocidad 1.
Añadir la levadura y mezclar durante 10 segundos a velocidad 3.
Añadir 200 g de harina y mezclar durante 15 segundos a velocidad 6.
Añadir el resto de la harina y la mantequilla. Amasar programando 3 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.
Mientras la Thermomix amasa, untar con un poquito de aceite un cuenco amplio.
Transcurrido el tiempo programado pasar la masa del vaso de la Thermomix al cuenco que acabamos de untar.
Cubrir la masa con un paño limpio y dejar que suba a temperatura ambiente durante 1 hora o hasta que doble su volumen.
Cuando veamos que la masa ya está preparada, engrasar un molde rectangular con un poco de mantequilla.
Verter la masa sobre una mesa de trabajo enharinada y darle forma alargada amasando. Una vez con la forma hecha, la colocaremos en el molde, repartiendo bien la masa para que llegue a las esquinas.
Volver a tapar la masa con el paño y dejar reposar. En este tiempo la masa volverá a subir pero no debemos dejarlo demasiado tiempo. No deberá sobrepasar el borde del molde.
Antes de que transcurra todo el tiempo hay que precalentar el horno a 240º.
Cuando la masa haya subido, retirar el paño. Cubrir la masa con papel de aluminio e introducir en el horno. Bajar la temperatura a 220º.
Transcurridos los primeros 20 minutos abrir el horno, retirar el papel de aluminio, con mucho cuidado de no quemarse y seguir horneando durante otros 5 minutos a la misma temperatura, es decir a 220º.
Cuando finalice el tiempo ya tendremos nuestro pan de molde casero. Sólo queda desmoldarlo cuando aún esté caliente y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Poner en un bol la harina. Desmenuzar con los dedos la levadura.
Disolver la miel en el agua y añadirlo a la leche. Calentar todo en el microondas durante 1 minuto, evitando que la mezcla hierva.
Incorporar la mezcla de líquidos y la mantequilla a la harina con levadura. Amasar bien todos los ingredientes, trabajando la masa hasta que adquiera un textura elástica y pegajosa.
Untar con un poquito de aceite un cuenco amplio. Poner la masa dentro del cuenco y cubrir con un paño limpio. Dejar que suba a temperatura ambiente durante 1 hora o hasta que doble su volumen.
Cuando veamos que la masa ya está preparada, engrasar el molde con un poco de mantequilla.
Verter la masa sobre una mesa de trabajo enharinada y darle forma alargada amasando. Una vez con la forma hecha, la colocaremos en el molde, repartiendo bien la masa para que llegue a las esquinas.
Volver a tapar la masa con el paño y dejar reposar. En este tiempo la masa volverá a subir pero no debemos dejarlo demasiado tiempo. No deberá sobrepasar el borde del molde.
Antes de que transcurra todo el tiempo hay que precalentar el horno a 240º.
Cuando la masa haya subido, retirar el paño. Cubrir la masa con papel de aluminio e introducir en el horno. Bajar la temperatura a 220º.
Transcurridos los primeros 20 minutos abrir el horno, retirar el papel de aluminio, con mucho cuidado de no quemarse y seguir horneando durante otros 5 minutos a la misma temperatura, es decir a 220º.
Cuando finalice el tiempo ya tendremos nuestro pan de molde casero. Sólo queda desmoldarlo cuando aún esté caliente y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Con estos ingredientes sale un pan de unos 600 g. El molde que yo utilizo es uno rectangular, de teflón, que mide 24 x 10,5 y que tiene de alto 7 cm. Con esto no quiero decir que no se puedan utilizar otros tamaños y materiales, cualquier molde de estas características nos servirá.
Habrá que esperar a que el pan esté frío para cortar las rebanas. Lo mejor es utilizar un cuchillo grande y bien afilado. Y, si además, queremos que tengan el mismo grosor podemos utilizar unas pinzas para cortar asados!
Este pan nos aguanta, perfectamente, unos 5 días en recipiente hermético. Otra solución, muy utilizada por mi, es cortar todo el pan en rebanadas y congelarlas. Después solo tengo que sacar las rebanadas deseadas, esperar 5 minutos y listas para un sándwich o para meter en la tostadora!
El pan de molde es el tipo de pan que más se consume en casa…que si unas tostaditas por la mañana, que si con un poquito de aceite y sal para el almuerzo, que si por la tarde me llevo un tentempié.
Lo malo es que ahora, con esto de la industrialización, ha dejado de tener la calidad y sabor que tenía antes… por mucho que las marcas de pan se empeñen en decirnos lo contrario.
Así que con esta receta nos aseguraremos de lo que comemos, sin tantos aditivos, ni conservantes. Se utilizan materias primas muy básicas, de las que todos tenemos en casa.
Además es reconfortante porque el resultado es espectacular para lo sencillo y fácil que es de hacer.
No olvidéis que se pueden añadir semillas o frutos secos según vuestros propios gustos.
Ingredientes:
400 g de harina de fuerza
50 g de leche semidesnatada
240 g de agua
20 g de levadura fresca
1 cucharada de miel
10 g de mantequilla con sal
aceite y mantequilla para untar
Preparación con Thermomix:
Poner en el vaso la miel disuelta en el agua y la leche, calentar a 37º durante 2 minutos a velocidad 1.
Añadir la levadura y mezclar durante 10 segundos a velocidad 3.
Añadir 200 g de harina y mezclar durante 15 segundos a velocidad 6.
Añadir el resto de la harina y la mantequilla. Amasar programando 3 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga.
Mientras la Thermomix amasa, untar con un poquito de aceite un cuenco amplio.
Transcurrido el tiempo programado pasar la masa del vaso de la Thermomix al cuenco que acabamos de untar.
Cubrir la masa con un paño limpio y dejar que suba a temperatura ambiente durante 1 hora o hasta que doble su volumen.
Cuando veamos que la masa ya está preparada, engrasar un molde rectangular con un poco de mantequilla.
Verter la masa sobre una mesa de trabajo enharinada y darle forma alargada amasando. Una vez con la forma hecha, la colocaremos en el molde, repartiendo bien la masa para que llegue a las esquinas.
Volver a tapar la masa con el paño y dejar reposar. En este tiempo la masa volverá a subir pero no debemos dejarlo demasiado tiempo. No deberá sobrepasar el borde del molde.
Antes de que transcurra todo el tiempo hay que precalentar el horno a 240º.
Cuando la masa haya subido, retirar el paño. Cubrir la masa con papel de aluminio e introducir en el horno. Bajar la temperatura a 220º.
Transcurridos los primeros 20 minutos abrir el horno, retirar el papel de aluminio, con mucho cuidado de no quemarse y seguir horneando durante otros 5 minutos a la misma temperatura, es decir a 220º.
Cuando finalice el tiempo ya tendremos nuestro pan de molde casero. Sólo queda desmoldarlo cuando aún esté caliente y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Preparación modo tradicional:
Poner en un bol la harina. Desmenuzar con los dedos la levadura.
Disolver la miel en el agua y añadirlo a la leche. Calentar todo en el microondas durante 1 minuto, evitando que la mezcla hierva.
Incorporar la mezcla de líquidos y la mantequilla a la harina con levadura. Amasar bien todos los ingredientes, trabajando la masa hasta que adquiera un textura elástica y pegajosa.
Untar con un poquito de aceite un cuenco amplio. Poner la masa dentro del cuenco y cubrir con un paño limpio. Dejar que suba a temperatura ambiente durante 1 hora o hasta que doble su volumen.
Cuando veamos que la masa ya está preparada, engrasar el molde con un poco de mantequilla.
Verter la masa sobre una mesa de trabajo enharinada y darle forma alargada amasando. Una vez con la forma hecha, la colocaremos en el molde, repartiendo bien la masa para que llegue a las esquinas.
Volver a tapar la masa con el paño y dejar reposar. En este tiempo la masa volverá a subir pero no debemos dejarlo demasiado tiempo. No deberá sobrepasar el borde del molde.
Antes de que transcurra todo el tiempo hay que precalentar el horno a 240º.
Cuando la masa haya subido, retirar el paño. Cubrir la masa con papel de aluminio e introducir en el horno. Bajar la temperatura a 220º.
Transcurridos los primeros 20 minutos abrir el horno, retirar el papel de aluminio, con mucho cuidado de no quemarse y seguir horneando durante otros 5 minutos a la misma temperatura, es decir a 220º.
Cuando finalice el tiempo ya tendremos nuestro pan de molde casero. Sólo queda desmoldarlo cuando aún esté caliente y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Sugerencias:
Con estos ingredientes sale un pan de unos 600 g. El molde que yo utilizo es uno rectangular, de teflón, que mide 24 x 10,5 y que tiene de alto 7 cm. Con esto no quiero decir que no se puedan utilizar otros tamaños y materiales, cualquier molde de estas características nos servirá.
Habrá que esperar a que el pan esté frío para cortar las rebanas. Lo mejor es utilizar un cuchillo grande y bien afilado. Y, si además, queremos que tengan el mismo grosor podemos utilizar unas pinzas para cortar asados!
Este pan nos aguanta, perfectamente, unos 5 días en recipiente hermético. Otra solución, muy utilizada por mi, es cortar todo el pan en rebanadas y congelarlas. Después solo tengo que sacar las rebanadas deseadas, esperar 5 minutos y listas para un sándwich o para meter en la tostadora!
A mi también me encanta el aroma a pan recién hecho que se queda en casaa cuando horneamos... sensacional.
ResponderEliminarTengo unas ganas locas por hacer pan de molde, nunca me he animado pero el normal sí. Debe ser que este me impone un poco más jeje.
Besos
Hola Miss Migas!!
ResponderEliminarAnímate a hacer pan de molde, ya verás como te enganchas y no paras de hacer diferentes tipos!!
besos!!