Hace unas semanas os comentaba como se hace la masa de galletas. Es importante que tengan una base sabrosa pero sin duda el toque final se lo dará la decoración y el diseño que le pongamos arriba.
Se pueden decorar de muchas maneras; yo de momento estoy utilizando la decoración con glasa hecha de azúcar glas y clara de huevo.
No os vayáis a pensar que soy una experta. De hecho esta es mi tercera o cuarta remesa de galletas y seguro que los expertos encontrarán muchos defectos pero son mis galletitas hechas con todo mi empeño y dedicación.
Como cualquier principiante he tenido mis crisis aunque ha habido 3 momentos de pánico importantes. El primero llegó con el punto de la glasa: que si de escritura, que si pasta de dientes, que si para inundar…Al final me he decantado por una glasa más líquida que seca. Me resulta mucho más agradable trabajar con ella y veo que el resultado es más redondeado y se integra mejor que la glasa más seca. De hecho casi tiene el mismo punto el perfilado que el relleno.
Se pueden decorar de muchas maneras; yo de momento estoy utilizando la decoración con glasa hecha de azúcar glas y clara de huevo.
No os vayáis a pensar que soy una experta. De hecho esta es mi tercera o cuarta remesa de galletas y seguro que los expertos encontrarán muchos defectos pero son mis galletitas hechas con todo mi empeño y dedicación.
Como cualquier principiante he tenido mis crisis aunque ha habido 3 momentos de pánico importantes. El primero llegó con el punto de la glasa: que si de escritura, que si pasta de dientes, que si para inundar…Al final me he decantado por una glasa más líquida que seca. Me resulta mucho más agradable trabajar con ella y veo que el resultado es más redondeado y se integra mejor que la glasa más seca. De hecho casi tiene el mismo punto el perfilado que el relleno.
Otro de los factores importantes a la hora de decorar es ¿qué cantidad de glasa tengo que hacer? Obviamente dependerá de la cantidad de galletas y colores que vayamos a utilizar y la decoración. Mi corta experiencia me dice que para una producción de 60 unidades de corazones de 6,5 cm x 6 cm con una glasa hecha con dos claras de huevo y su correspondiente azúcar glas es suficiente. Así nos evitamos gastar más dinero del necesario ¡qué no están los tiempos para derrochar!
El tercer problema y que es mi rompecabezas personal ¿cómo teñir la glasa? ¿qué hacer para obtener un rojo “San Valentín” sin pasarse ni quedarse en un rosa fuerte? Yo utilizo los colorantes de Americolor pero no consigo obtener el color que deseo. Habré leído decenas de recetas pero ninguna me soluciona el problema. Me dan pequeñas pistas como por ejemplo que la glasa cuando reposa va tomando intensidad y que cuando se seca es mucho más oscura. Estas pistas son totalmente ciertas pero no me solucionan del todo el problema.
Así que seguiré probando e investigando y os invito a que me dejéis un comentario como vuestras recomendaciones o consejos…¡¡a ver si conseguimos la glasa perfecta!!
INGREDIENTES
- 2 claras de huevo
- 400 g de azúcar glas
- 5 g de cremor tártaro
- ½ cucharada de esencia de vainilla
Las claras: yo utilizo las claras normales. Claro que sólo necesito 2, si tuviera que utilizar más compraría de las pasteurizadas para que no me queden las yemas en la nevera.
El azúcar glas no es sólo azúcar molido, le falta antiapelmazante. Así que, de momento, tendremos que comprarlo aunque voy a probar un truquillo y si me sale bien os lo comunicaré.
El aroma o sabor puede ser el que vosotros queráis pero hay que seguir dos reglas básicas: tiene que concordar con el sabor de la galleta y tiene que ser transparente para que no nos tiña la glasa.
PREPARACIÓN CON KITCHENAID
Colocar en la KitchenAid la pala y no las varillas.
Poner en el bol las claras y el cremor tártaro, batirlas un poco con un tenedor.
Agregar 1/3 del azúcar glas tamizado. Batir a velocidad 1. Según se vaya integrando el azúcar vamos añadiendo más cucharadas.
Cuando tengamos una consistencia espesa podemos añadir el sabor que como os comentaba puede ser el que más os guste. Hay de todos los sabores pero yo prefiero la clásica vainilla.
Seguimos batiendo y agregando azúcar. Veremos que poco a poco la textura va cambiando sobre todo después de añadir el aroma. Tenemos que conseguir una consistencia firme para que al coger la glasa con una cuchara esta no se caiga al ponerla boca abajo. Si lo conseguimos ya tendremos la glasa hecha.
Para hacer las galletas de las fotos he seguido los siguientes pasos:
Separar parte de la glasa para los adornos. Teñirlos de rosa y dejarla reposar bien tapada con film transparente.
Rebajar la glasa con gotas de agua hasta conseguir una consistencia suave y manejable para el delineado. Teñirla y reservar un 1/3 que utilizaremos para perfilar la galleta antes de inundarla. Dejar reposar bien tapada con film transparente.
El resto de la glasa tendremos que rebajarla un poco más para que quede una consistencia fluida. Dejar reposar bien tapada con film transparente.
Cuando hayan pasado 30 minutos veremos que han subido burbujitas de aire que se irán al pasar una espátula de silicona por la superficie. Ahora es el momento de llenar los biberones, ponerles las boquillas y empezar a decorar nuestras galletas. Primero con un perfilado por el contorno y después rellenándolo. Con un palillo o el palo de una brocheta o, incluso, una esteca fina podéis mover la glasa para que reparta uniformemente.
Dejar secar un par de horas la glasa más oscura antes de poner los adornos de color rosa.
Para empaquetar las galletas en bolsas tienen que estar completamente secas sino se pegarán al plástico y será un desastre. Así que os recomiendo secarlas bien durante 24 horas.
¡Espero ver vuestros proyectos “galletiles”!
Más información - Galletas de Halloween -la masa-
yo creo que te han quedado de maravilla pena de poder catarlas.
ResponderEliminarAna Bouzas
ay Ana es que me miras con buenos ojos!!
Eliminar1b7 guapa!!